Después de jugar horas y horas en mi teléfono móvil, lo reconozco, estaba equivocado. Jugar en móvil es de lo mejor que me podría haber pasado.
Esto es una disculpa, y como tal comienza por reconocer mi error. En las últimas semanas -desde que comencé a formar parte de esta casa-, he sido el primero que recomendaba jugar y probar decenas de títulos en teléfonos móviles y alabar el gran potencial que estos poseen; sin embargo, antes repudiaba a todos los usuarios que hicieses justo eso, jugar en móvil. Por desgracia, siempre habrá un sector importante de los jugadores que piense así.
Si estoy escribiendo este artículo es para deciros lo equivocado que estaba e intentaros entrar en razón -en el caso de que pertenezcáis al grupo antes mencionado-, ahora no me despegó de mi teléfono para jugar, pasan las horas y horas sin tener constancia de mi alrededor, así que sí; estaba muy equivocado.
Un mundo desconocido
Durante estos días se está produciendo el lanzamiento global de Apex Legends Mobile, una versión muy atractiva para disfrutar en la palma de nuestra mano de manera fácil y sencilla. En unas semanas llegará Diablo Inmortal y en unos meses Warcraft Arclight Rumble y Rainbow Six Mobile. Todos ellos cuentan con un alto presupuesto, años de desarrollo y un gran equipo detrás de ellos. Vamos, como cualquier juego que podamos adquirir para consola o PC.
Independientemente de que sea una versión más escueta de uno ya existente o una IP totalmente nueva, son auténticos juegazo. Además, si te interesa el ámbito competitivo, también podrás encontrar un amplio abanico para adentrarte en ellos; por ejemplo: League of Legends: Wild Rift. Tranquilamente, en las últimas semanas le habré dedicado 50/60 horas solo a este juego, la misma fórmula adictiva que en su versión de PC.
Entonces, ¿cuál es el problema de jugar en móvil?
Ninguno, creo que se trata más de un tema cultural que cualquier otra cosa. Si recodáis aquellos tiempos, los del ser humano cavernícola, nuestros teléfonos móviles nada más servían para llamar y mensajearnos, y únicamente las consolas y ordenadores de la época nos ofrecían juegos con estándares más altos que el juego de la serpiente. Nos hemos acostumbrado a ello, estigmatizando y rechazando a las personas que si disfrutan de jugar en dispositivos móviles, considerándolas incluso como inferiores. Qué raro, nosotros siendo… nosotros.
A día de hoy contamos con un catálogo inmenso, gracias a suscripciones como Xbox Game Pass y el juego en la nube o, el ya olvidado Google Stadia. Deberíamos suprimir nuestras estúpidas creencias, dejar que cada uno disfrute de su plataforma, donde y cuando quiera -una gran ventaja de los móviles-, y más aún cuando grandes estudios como Blizzard, Activision o Electronic Arts apuestan por ello. Es más, me aventuró a decir, que en un futuro no muy lejano tendrán más relevancia de la que imaginamos, sobre todo cuando es una de las plataformas que más dinero e ingresos ocasiona. Y si no que le pregunten a Genshin Impact.
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el juego táctil llegó para quedarse