Las betas son importantes para probar que tal funcionan los juegos, pero la de Diablo Inmortal ha hecho que Blizzard le vea al juego muchos frentes que abordar.
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El desarrollo de videojuegos es un proceso que puede ser toda una odisea, algo que se ha vuelto peor en los dos últimos años por culpa del COVID. Son muchas horas de trabajo las que hay que echar para que un videojuego llegue al mercado como sus desarrolladores lo han imaginado, más aún cuando se trata de un proyecto titánico.
Esto es un poco lo que le ha ocurrido a Activision Blizzard con Diablo Inmortal, su intento de llevar la exitosa fórmula de Diablo a móviles. Este Inmortal tiene como objetivo coger esa fórmula y llevarla, según sus responsables, a un género MMO en lugar del clásico aRPG. Hace algunos meses tuvo lugar una beta cerrada, y parece que esta le ha enseñado mucho al estudio.
Diablo Inmortal debería de llegar durante 2022
Dentro de una publicación en la propia página de Blizzard podemos leer sobre las conclusiones que ha podido sacar el estudio con Diablo Inmortal. En resumidas cuentas, hay muchos elementos presentes en la beta que no fueron bien acogidos por el público, como el sistema de recompensas, el multijugador, el pase de contenidos (recordemos que el juego será gratuito) y el sistema de controles, por lo que Blizzard va a trabajar muy duro para que la versión definitiva del juego solucione o cambie todo lo que no ha sido del agrado de los jugadores.