Samsung y Ericsson llegan a un acuerdo por la venta de patentes y colaborarán juntos durante varios años.
De todos es sabido que en el mundo de los negocios de las grandes multinacionales siempre ha habido desavenencias, discrepancias y desacuerdos comerciales que pueden llevar a estas empresas a tener que desembolsar cantidades ingentes de dinero en forma de multas o sentencias económicas en favor de terceras empresas.
Sin ir mas lejos, actualmente nos encontramos inmersos en uno de estos marcos legales. Apple y Epic Games están enfrascados en un litigio que esta sacando a la luz muchos tratos o acuerdos, no solo de estas dos compañías, sino también de otras rivales, las cuales tenían a su vez acuerdos con las dos compañías litigadoras.
En 2014 Samsung ya tuvo que hacer frente a un pago de 650 millones de dólares.
Pues bien, dos de estas empresas que desde hace años estaban enfrascadas en estos asuntos legales son Samsung y Ericsson. En el año 2014 Samsung tuvo que abonar, en un único pago, la “módica” cantidad de 650 millones de dólares a Ericsson por monopolio de patentes. Obviamente esta minuta hizo acallar por un tiempo a la compañía sueca.
Pero este acuerdo no fue para siempre. A finales de 2020, Ericsson volvía a la carga contra Samsung, ya que consideraban que la compañía coreana había incumplido de nuevo las obligaciones FRAND, ( Justas, razonables y No discriminatorias), en lo referente a las patentes. Este incumplimiento, siempre según Ericsson, les haría perder entre 117 y 119 millones de dólares por trimestre.
Este nuevo conflicto no ha tardado mucho en tener solución. Los términos concretos de los acuerdos siguen siendo alto secreto, pero lo que si sabemos es que las dos compañías han zanjado definitivamente sus disputas legales por licencias de patentes en favor de venta de equipos e infraestructuras de telecomunicaciones a partir del 1 de enero de 2021.
Como ya hemos comentado, los detalles de los acuerdos son una incógnita, pero si sabemos que son para varios años de convivencia. Este nuevo acuerdo podría haber evitado que Samsung tuviera que realizar en diciembre de 2020 un desembolso de 200 millones de dólares a Ericsson.