La verdad, no sabía qué palabras usar para comenzar el artículo. En el momento de estar escribiendo tengo sentimientos encontrados y una maraña de ideas inmensa, aunque todas ellas me llevan a la misma conclusión: My Hero Academia ha evolucionado.
Soy un fiel seguidor de ambos formatos. El anime lo llevo al día, semana tras semana veo el nuevo episodio con la misma ilusión que al principio; y el manga me falta por leer los últimos capítulos que se lanzan en Japón; ya que solo leo en formato físico y en España se publica con uno o dos meses de retraso —el tiempo necesario para traducirlos e imprimir—. La cuestión es, que esta semana hemos llegado a un punto de inflexión en el anime, un momento que parecía no llegar nunca. Mientras que en el manga la historia ya toma un rumbo “diferente” y maduro, el anime continuaba siendo para niños de infantil.
My Hero Academia está adoptando un tono más adulto
El momento ha llegado, Deku se encuentra cara a cara con todos los antecesores del One For All, entre ellos vemos personajes conocidos, como el hermano de All For One, la abuela de Tomura Shigaraki o, lo que parece ser, el alma de All Might. Un episodio que cierra y abre una nueva etapa en su vida como héroe, la realidad se estampa contra él, un desastre inminente se acerca y la única solución es ¿matar?
De manera sintética y obviando ciertos detalles, sería el resumen perfecto del episodio número 17 de la sexta temporada. En él apreciamos como el tono de la historia cambia, adoptando una postura más adulta que se mantendrá en el futuro. La vida de instituto queda atrás, seguirá aprendiendo, pero de otras maneras. Mientras tanto, la sociedad se encuentra sumida en el caos y destrucción. El pueblo que se revela contras sus protectores, los héroes y rehúsan de ellos. En definitiva, la sociedad de Japón se desmorona. Y aquí es donde me doy cuenta de que My Hero Academia ha crecido con sus fans, con aquellos que comenzaron a leer el manga de pequeños y a día de hoy continúan,
A mi entender, es el mejor camino. Una serie donde se trata temas como la muerte y el asesinato, pero que se mantiene con el mismo tono infantil, no se le puede tomar en serio. Hemos tenido temporadas y arcos aburridos, donde prácticamente solo entrenan y mejoran sus habilidades, pero era un mal necesario para llegar al punto actual. Además, también crea una evolución orgánica en la historia y refleja madurez en los personajes.
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