Hoy os traigo las primeras impresiones del Galaxy Z Fold 4 después de varios días de uso y con muy buenas sensaciones.
Año 2019, Samsung presentaba su primer teléfono plegable a finales de febrero, el Galaxy Z Fold; desde entonces he ido siguiendo con interés la evolución de dicha tecnología que, hasta hace relativamente poco, era inaccesible para un humano corriente, bueno, lo sigue siendo en la mayoría de los casos; al menos en su lanzamiento. Hace unos años ya pude testear el Z Fold 2 gracias a un amigo, él se lo compró por la novedad y no tanto por su utilidad, pero ¿es realmente útil? ¿Ha evolucionado lo suficiente el desarrollo de los plegables para considerarlo una opción viable?
Lo primero dar las gracias a Samsung España por cedernos el terminal para su análisis, el cual lo tendréis en algún momento del mes que viene; justo el tiempo necesario para testear al máximo el terminal y sacarle todo su jugo. De todas maneras, hoy os hablaré de manera superficial sobre él, intentando contestar las preguntas anteriores superficialmente y contaros mi experiencia después de unos días de uso.
El Galaxy Z Fold 4 mejor abierto que cerrado
Si tenéis pensado usar el móvil cerrado, a mi entender es un grave error. El dispositivo está ideado para utilizarlo de manera expandida, es cuando su navegación se hace más ágil y cómoda. Por el contrario, la pantalla delantera (la que vemos con el móvil creado), es demasiado estrecha y el uso se limita a tres cosas contadas, como hablar por teléfono o contestar un mensaje rápido. Me cuesta creer que os resulte cómodo navegar por ella, pero todo es acostúmbrese imagino.
De todas maneras, si te compras un teléfono de estas características es para sacarle el máximo partido, y para ello deberás de emplear la pantalla auxiliar (la grande). Jugar, leer, chats, todo, se siente realmente cómodo con el “libro” abierto. Además, lo más seguro es que consumas mucho contenido multimedia, y el panel interior es de mayor calidad y dimensión.
Combinación de software y potencia
Esta sería la frase que define al Z Fold 4, un software adaptado por los coreanos para intentar exprimir al máximo el dispositivo, aunque tiene varios fallos de diseño de los que nadie parece darse cuenta. De manera predeterminada, cuando utilizamos algunas apps en la pantalla principal (la pequeña) y lo abrimos, todo el contenido se reescala, hasta aquí todo bien. Sin embargo, si queremos hacer el mismo proceso, pero al revés, no es posible. El Fold se bloquea de manera automática y todo lo que tuviésemos abierto, o bien se cierra, o queda en segundo plano al desbloquearlo de nuevo. Son detalles pequeños, pero fastidian y emborronan las cosas buenas del software.
Por otra parte, la multitarea en la pantalla auxiliar es una maravilla, la posibilidad de tener varias apps abiertas al mismo tiempo y poder interactuar entre ellas es todo un lujo, además nunca nos quedaremos cortos de potencia al montar lo mejorcito de Snapdragon. El resto de aspectos técnicos, duración de la batería, y demás, os lo contaré más en profundidad en su análisis.
Impresiones del Galaxy Z Fold 4 en sus primeros días
Por el momento solo puedo ofreceros una idea general de su comportamiento en el día a día, y a priori, tiene buena pinta. Sin embargo, creo que apartados como su batería o las cámaras, de las que hablaré en su análisis, puede que sean su talón de Aquiles; más allá de aspectos de diseño como su grosor o la bisagra, que es idéntica al modelo anterior y vemos pocas mejoras.