La falta de actualizaciones puede afectar negativamente a la experiencia de uso del dispositivo, ya que lo hace más vulnerable a las amenazas de seguridad y reduce su compatibilidad con aplicaciones.
El Samsung Galaxy Z Fold2, lanzado en 2020 a un precio de 2.009 euros, ha dejado de recibir actualizaciones de funciones y seguridad, según la página oficial del fabricante surcoreano. Esto significa que los usuarios de este dispositivo ya no podrán instalar las nuevas versiones del sistema operativo, utilizar las últimas funciones y tendrán una menor compatibilidad con aplicaciones.
El Galaxy Z Fold2 cuenta con 12 GB de memoria RAM, 256 GB de almacenamiento UFS 3.1, una batería de 4500 mAh, una pantalla OLED de 7,6 pulgadas con resolución de 2208×1768 píxeles y una frecuencia de actualización de 120 Hz, y una pantalla exterior de 6,2 pulgadas. En el apartado fotográfico, tiene una triple cámara trasera con sensores de 12 MP y dos cámaras de selfies de 10 MP.
Un excelente móvil se une al club de los olvidados.
La falta de actualizaciones puede afectar negativamente a la experiencia de uso del dispositivo, ya que lo hace más vulnerable a las amenazas de seguridad y reduce su compatibilidad con aplicaciones. Sin embargo, existen proyectos para dar una “segunda vida” a los móviles obsoletos.
A pesar de su antigüedad, el Samsung Galaxy Z Fold2 sigue siendo un móvil relevante. No obstante, su procesador Snapdragon 865+ es posiblemente el componente que más nota el paso del tiempo. No es así su pantalla, que con un panel OLED de 7,6 pulgadas y una resolución de 2208×1768 píxeles todavía puede ofrecer una excelente experiencia de visualización, más aún teniendo en cuenta que su frecuencia de actualización llega hasta los 120 Hz. La pantalla exterior del dispositivo, por su parte, es de 6,2 pulgadas.
En la sección fotográfica, este dispositivo cuenta con una cámara trasera triple de 12 MP y dos cámaras frontales para selfies de 10 MP. Sin embargo, como mencionamos, estas especificaciones de un teléfono de alta gama de hace cuatro años comienzan a ser menos relevantes cuando el dispositivo deja de recibir actualizaciones.
Uno de los aspectos más notables es el de la seguridad. Al dejar de recibir actualizaciones de este tipo, el dispositivo será más vulnerable a las amenazas que circulan por Internet y que de algún modo podría acabar dando problemas.
Sin duda un grandísimo terminal que lamentablemente se queda en el camino de las actualizaciones.