En menos de una semana el FBI lo logró, un trabajo de dos orejas y rabo.
El FBI ha conseguido, con ayuda del nuevo software de la israelí Cellebrite, desbloquear y acceder al teléfono del tirador que trato de segar la vida del candidato a la presidencia de EE.UU., Donald Trump.
El teléfono en cuestión se trata de un Samsung Galaxy de última generación con One UI 6.1, sobre Android 15, y que ha obligado a exprimir al máximo los recursos de la inteligencia estadounidense, quien se ha tenido que verse asistida por la multinacional israelí Cellebrite, quienes además de lanzar bombas por doquier también parecen ser bastante buenos en software espía y desbloqueo de terminales.
La seguridad de los dispositivos móviles se ha convertido en una prioridad para todas las empresas y en un problema para las agencias policiales en algunas ocasiones
Crackear el teléfono de Crooks es vital para que la investigación pueda avanzar y ha permitido a la agencia federal de investigación acceder a fotografías, archivos y geolocalización de los últimos días, así como imágenes del propio Trump, del Presidente Biden, así como de otros cargos públicos y funcionarios.
El propio FBI reconoce el esfuerzo ímprobo que les ha supuesto acceder a un teléfono que hace uso de la última versión de Android, teniendo para ello que acceder a software en desarrollo que ha resultado finalmente ser efectivo.
Por otra parte, tanto el FBI como la agencia israelí reconocen que por ahora serían incapaces de desbloquear un iPhone que tenga iOS 17.4 o superior, lo que dejaría a Apple con una ligera ventaja sobre Android, lo que no deja de ser un aliciente para los coreanos para mejorar y alcanzar a la competencia de Cupertino, si bien visto lo visto el camino andado hasta ahora demuestra que se están dando los pasos adecuados.