El dolor de cabeza de Apple tiene nombre y forma, los plegables de Samsung

Desde que los Smartphones llegarán al mercado de las telecomunicaciones, han sido muchas las compañías que se han pasado para probar suerte. Desde LG, Sony o incluso Sharp, hasta gigantes de las telecomunicaciones como Nokia o Motorola. Todas han tenido un gran camino en este mercado. Pero sin duda las dos líderes actuales son Samsung y Apple.

En su momento, allá por finales de la década del 2000, la compañía coreana y la americana lanzaban al mercado sus respectivos teléfonos inteligentes. Posteriormente en el tiempo, esta “batalla” se consolidó aún más, dando paso  a la necesidad por parte de Samsung de crear teléfonos más punteros tecnológicamente y así poder “luchar” contra el coloso americano.

Cuando la tecnología no es suficiente

Lógicamente, Apple, al tener un sistema operativo propio, tenía un parque mayor de usuarios que buscaban las características propias de su marca. Esto llevó a los surcoreanos a desarrollar teléfonos de gamas más altas y más prestaciones, aunque pronto verían que eso no era suficiente. Solo con tener smartphones tecnológicamente punteros no bastaba, tenían que innovar y aquí es donde entraron en juego los teléfonos plegables.

Mientras que otras compañías no se atrevían a innovar más que en lo meramente tecnológico, Samsung se “embarcó” en el desarrollo de los primeros teléfonos inteligentes del mercado. La respuesta por parte del gran público ha sido muy positiva y receptiva, llevando a lanzar los modelos Galaxy Fold 3 y Galaxy Flip 3 en 2021. De hecho, se estima que si no hubiera sucedido la pandemia actual, Apple podría haber sufrido mucho en el mercado a causa de ello.

Así que la estrategia de Samsung es clara y se divide en 3 partes:

• Usar los plegables como valor diferenciador.
• Apostar por gamas diversas para llegar a más gente.
• Trabajar y mejorar el software propio en el ecosistema Samsung para fidelizar a sus usuarios de teléfonos y servicios.

A mí desde luego me parece la clave ganadora, y es en donde ha fallado el resto. Si te falta una de esas 3 ramas, estás perdido.