Os contamos cuáles son todas las mejoras y novedades del nuevo Galaxy Watch 5 en su versión estándar con respecto a la anterior generación.
Una vez superado el primer semestre del año, suelen emerger una serie de eventos de las diferentes compañías y fabricantes de teléfonos móviles para presentarnos sus productos de cara al próximo año, y Samsung no es diferente; ya que ayer tuvo lugar una presentación inmensa con muchos anuncios y sorpresas.
Además de presentarnos la nueva generación de sus teléfonos plegables, también pudimos ver la nueva serie de los Galaxy Watch 5 que, como suele ser habitual, trae novedades considerables.
Galaxy Watch 5 mejora en prácticamente todo
Centrándonos en su versión estándar, el nuevo Galaxy Watch 5 es muy parecido en diseño al 4; sin embargo, mejora considerablemente su batería, pasando de 247 mAh a 284 mAh en la versión de 40 mm, lo que se traduce en una mayor autonomía, ya que a esto le sumamos mejoras en su optimización y rendimiento. Una vez más, el reloj usará sensores Bioactivos 3 en 1 con un monitor óptico de frecuencia cardíaca, un sensor de ECG -sensor que mide la actividad eléctrica del corazón- y un sensor de análisis de impedancia bioeléctrica. Lógicamente, todos estos sensores ahora son más precisos en sus resultados y la toma de datos.
Aunque la cosa no termina ahí, ya que también incluirá un nuevo sensor de temperatura basado en tecnología infrarroja. Dicho sensor ayudará a medir y calibrar aún mejor la salud del usuario, además de ampliar las capacidades del Galaxy Watch 5.
Si bien es cierto que no “revoluciona” el sector, trae consigo mejoras considerables en los apartados más utilizados y solicitados por sus clientes, como en el caso de batería. No obstante, la versión Pro es totalmente distinto a lo visto hasta el momento, con ideas locas y experimentales que hacen de él una alternativa muy interesante.